Cuando uno se pone ante la figura de la propietaria de esta voz, no sabe muy bien si está ante una cantante, una modelo o una nueva cenicienta.
Shania Twain, que ese es su nombre artístico, nació el 28 de agosto de 1965, hija de padre indio y madre blanca, y se crió en un pequeño pueblo de la provincia canadiense de Ontario. Enseguida descubrió que le gustaba tocar la guitarra y ya muy joven comenzó a componer y a tocar en pequeños locales y emisoras de radio. Cuando tenía 21 años, sus padres murieron en un accidente de automóvil. Shania tuvo entonces que hacerse cargo de sus tres hermanos pequeños hasta que pudieron emanciparse, lo que supuso un aplazamiento en los proyectos de la joven que había decidido orientar su vida hacia la música.
Siete años después de aquel fatal accidente, ya libre de compromisos familiares, Shania lanzó su primer álbum titulado “Shania Twain”. Su segundo álbum, “The woman in me”, publicado en 1995, llegó a las listas del country y fue un anticipo del éxito de su siguiente álbum “Come on over”.
El éxito y la imagen de la canadiense se han comparado muchas veces con los de Garth Brooks, otro cantante country, digamos, light, con actitudes más propias del pop.
Lo cierto es que en el repertorio de esta guapa canadiense, hábil con la guitarra y dueña de una magnífica voz, caben tanto sus propias composiciones, como standards escritos por Gershwin o Andrew Lloyd Weber. Shania se tomó un año sabático, coincidiendo con el comienzo de siglo y con el nacimiento de su primer hijo.
Fuente - Texto tomado de m80radio.com:
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